camina la gente por la calle
anónimos como billetes de dos pesos
abrigados como nene de mamá
apurados como si se estuvieran haciendo pis
desganados como futbolistas
en los últimos dos minutos
de un partido que está siete a cero
necesitados como bebé recién parido
angustiados como gato en un camión
solos como prófugo inocente
amontonados como zapato de nena bien
solos y amontonados
tristes como perrito abandonado
melancólicos como novela de Soriano
aturdidos como cuerdo en manicomio
perdidos como Maradona en el ballet
sacados como cornudo que se entera
ambiciosos como senador de provincia
ciegos como criaturas abisales
dormidos como oso en el invierno
protagonistas de película sesuda
aburridos como escritura de compra-venta
sin sentido como la vida misma
camina la gente por la calle